El nuevo código Chávez: cambiar para avanzar
Aram Aharonian
ALAI AMLATINA, 01/08/2011.- En los últimos doce años, no cabe duda que 
la Revolución Bolivariana ha logrado metas sumamente fascinantes, 
sobretodo en la inclusión social, pero tampoco cabe duda que se ha 
equivocado, como todas las revoluciones, tal como lo revela el constante 
llamado a rectificaciones en el discurso y la acción revolucionaria, que 
ha desarrollado en las últimas semanas el presidente Hugo Chávez
Frente a su enfermedad (advirtió que en los próximos días comenzará a 
caérsele el cabello a causa de la quimioterapia), el mandatario lanzó 
una advertencia general: la Revolución debe dejar de autosuicidarse 
(Carlos Andrés Pérez dixit) y comenzar a vivirse. Estos llamados –con 
cierto sabor a autocrítica y guiños a intelectuales, empresarios y clase 
media- deben ser analizados y debatidos con mucho detenimiento por el 
colectivo (no solo la dirigencia, claro) chavista.
Siempre consideramos a la bolivariana como una revolución sui géneris, 
desde el momento que ha optado por la vía pacífica y electoral. Y por 
ello, cuando las cosas no se hacen bien, cuando no se cumplen las 
promesas de gobierno, la respuesta popular es la pérdida de votos. Ha 
habido algunos llamados de atención al respecto.
Ésta ha sido la revolución de los indignados, y es el espejo donde se 
miran hoy los movimientos populares en Islandia, Grecia, España, 
Portugal, en un momento histórico universal, cuando transitamos la 
crisis del modelo capitalista, Desde América Latina mostramos el camino: 
hay que tomar las calles para impedir que nos dejen sin derechos.
En sus alocuciones de las últimas semanas, Chávez ha esbozado seis 
líneas de acción y rectificación:
a) Debemos superar el modelo directivo de liderazgo o "hiperliderazgo", 
para que cada ministro, dirigente, funcionario, cumpla con su labor. Se 
necesita que cada quien asuma sus responsabilidades, para que todo no 
dependa de la línea que baje Chávez. En una revolución los cargos no son 
para ocupar asientos y prebendas y esconderse sin cumplir con su trabajo 
y su mandato.
Hay que terminar con el concepto de partido-maquinaria electoral. Hoy 
existe un innegable clientelismo en el Partido Socialista Unido de 
Venezuela, que ha sido una forma de tapar el debate, la desobediencia, 
la irreverencia, la creatividad.
Y, también, se deben aclarar los límites de la convergencia 
cívico-militar, para asegurar que los representantes del pueblo sean 
elegidos por las propias comunidades.
"No al sectarismo, no al grupalismo, eso mata y siembra la muerte y aquí 
queremos es la vida y un partido histórico, nuevo, dirigente y dirigido, 
abierto. Quiero insistir en eso con mucha fuerza y fe en que lo vamos 
logrando", apuntó Chávez.
b) Es necesario extirpar el sectarismo. Uno no es revolucionario por 
usar camisas o pantaletas rojas-rojitas, ni por gastar los dineros 
públicos en desplegados donde muestran su propio revolucionómetro y 
descalifican a aquellos que tienen una posición no complaciente, con 
motes de contrarrevolucionario, saltatalanquera o agente de la CIA. 
Solamente ejercen una censura a la opinión y la fuerza del colectivo.
Por eso Chávez llamó a pulverizar el caudillismo interno, pues termina 
convirtiéndose en células malignas para la organización. "Se trata de 
viejas rémoras del pasado: el sectarismo. Tenemos que terminar de 
pulverizar el fraccionalismo interno, de caudillos, caudillitos que 
pretenden manipular a otros sectores y el que no se sienta en 
condiciones váyase a otros ámbitos de la vida más allá del PSUV", 
expresó. Pero fue más allá, ya que motivó a la dirigencia a hacerse una 
"revolución interior".
Sin duda, una revolución inteligente es la que tiene buen oído, la que 
sabe procesar las opiniones del colectivo. Por ello es preciso ser 
autocríticos desde el pueblo y no dejar la crítica en manos de la 
oligarquía. La crítica leal no es deslealtad y hay que terminar con los 
estigmatizadores de oficio, que son realmente los espanta votos y 
responsables de la falta de avances de la revolución. Chávez pidió 
extirpar el dogmatismo y el sectarismo entre sus partidarios, criticó el 
abuso con términos como "socialismo" y del color rojo, y propuso una 
nueva consigna: "¡Independencia y patria socialista, viviremos y 
venceremos!".
d) Hay que terminar con los problemas de corrupción, ineficacia e 
ineficiencia, Y para ello es imprescindible la formación seria de 
cuadros gerenciales y políticos. No se trata de apropiarse de un 
presupuesto sino de garantizar la continuidad del proceso, garantizar la 
vida de la revolución.
e) Terminar con la premisa de regalar la clase media a la burguesía. El 
objetivo de la lucha por el socialismo es ganar la lucha de clases 
contra la oligarquía. Una cosa es el movimiento táctico, siempre y 
cuando se tenga en claro que la batalla es cultural y otro es olvidarse 
de los trabajadores y marginalizados para buscar un nuevo amor. El 
primer grupo social, que después del intento golpista del 4-F, vio con 
simpatía y entusiasmo al comandante Chávez, fue precisamente la clase 
media y en especial la intelectual, sectores que han sido marginados de 
los sectores aledaños al poder, escogiendo funcionarios por su 
incondicionalidad. La intelectualidad, que fue marginada y cooptada en 
la Cuarta República vio en Chávez la oportunidad de realizar juntos el 
sueño bolivariano.
f) La consigna es abrirse al sector productivo privado (pequeñas y 
medianas industrias y empresas). En esta larga etapa de construcción, 
seguirán en juego formas mixtas de la economía y persistirán algunos 
rasgos y características del capitalismo. Chávez, intuyendo la necesidad 
de alianzas con sectores de la burguesía, invitó a los empresarios a 
hacer empresas mixtas, a sumar esfuerzos. "Esta es una economía en la 
que queremos que sigan participando junto al Estado…Vamos a 
aliarnos…Nosotros los necesitamos a ustedes y ustedes nos necesitan a 
nosotros (...) quiero que vayamos juntos para el 2021, con ustedes yo 
cuento".
Chávez insistió en que el partido se involucrara directamente en la 
lucha contra la especulación y la usura. "Acabo de aprobar la Ley 
Habilitante de control de precios y justos. Esa tiene que ser una 
bandera del partido en todas partes junto al pueblo, educando, 
orientando y luchando. Hagámoslo. Porque el capitalismo es un 
metabolismo que se mete por todas partes", remarcó el jefe de Estado.
El Presidente aseguró que el socialismo es un escudo ante la caída y 
quiebre del imperio estadounidense, debido al sistema capitalista que lo 
sostiene. "Es la crisis del capitalismo global, Estados Unidos está 
quebrado, y todavía hay personeros que viajan para allá. Está quebrado 
el imperio y en su quiebra puede arrastrar a medio mundo, por eso hay 
que desconectarse del hundimiento económico. Por eso el socialismo, el 
desarrollo industrial, el desarrollo del petróleo de manera soberana", dijo.
Y, vestido con una camisa amarilla, regalo de su hija, y por si había 
duda, con cierta picardía, Chávez lo dejó en claro: "Yo voy a ser 
candidato a las elecciones de 2012 y les voy a ganar. Adán se está 
preparando para la sucesión, porque vino bien afeitado" señaló entre risas.
- Aram Aharonian es periodista y docente uruguayo-venezolano, director 
de la revista Question, fundador de Telesur, director del Observatorio 
Latinoamericano en Comunicación y Democracia (ULAC)
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