- - - Servicio Informativo "Alai-amlatina" - - -
A propósito de Foucault y la ilustración
Elementos para comprender la lectura de la
economía y la crisis
Oscar Ugarteche
ALAI AMLATINA, 14/08/2013.- Doscientos años
después que terminara la verdad revelada, en la
Edad de la Razón, la humanidad se enfrenta
nuevamente a una nueva verdad revelada: el
mercado. Si Dios antes era el portador de la
verdad y el conocimiento era un obstáculo
fácilmente salvable para garantizar que dicha
verdad se mantuviera, hoy día es el mercado el
portador de la verdad. El mercado es omnipresente
y perfecto: todo lo sabe y todo lo puede, habla y
escucha, en todo el orbe. El conocimiento, en
cambio, no impide que dicha verdad continúe
extendiéndose como un dogma. Esa es la función de
las teorías neoliberales en lo económico y neo
conservadores en lo político que conforman la post
modernidad que domina el modo de entender de
inicios del siglo XXI. En este campo, la filosofía
política va por delante de la experiencia y
propone un ordenamiento social inexistente a
partir de las relaciones individuales únicamente.
No hay intereses de clase, ni nacionales. Solo
individuales que deben de ser atendidos de
inmediato. La inmediatez es un elemento de esta
post modernidad individualista llevada al extremo:
la del agente económico aislado y urgido.
Foucault en Sujeto y Poder advierte que el sujeto
humano está inmerso en relaciones de producción y
de significación y por lo tanto está inmerso en
relaciones de poder muy complejas. La interrogante
que se plantea es ¿Qué legitima el poder? ¿Cómo se
construye el significante del poder? Una vez con
una teoría del poder ya se puede aproximar al
análisis de la realidad. La búsqueda de Foucault
no es la de Weber. No busca la parte institucional
del poder sino el cómo opera en las conciencias.
Busca el proceso de sometimiento, como se define
la norma y lo que está fuera de la norma. Sin ir
muy lejos, cómo invade el sentido común y lo
transforma. Lo transforma con las ideas que quiere
utilizar para someter, dentro de un contexto
histórico muy definido: económico y político.
El fascismo y el estalinismo son dos formas
patológicas de poder dentro de contextos muy
precisos. El poder puede por lo tanto
transformarse para someter del modo que encuentra
más posible. Toda la discusión es sobre el espacio
que se abre para el poder y de qué manera invade y
somete al sujeto humano. A pesar de su locura
interna, ambas formas usaron las ideas y los
procedimientos de nuestra racionalidad política.
De esa misma manera, hoy día el mercado ha
sometido la razón y la política con el soporte
político neoconservador, más próximo al fascismo
que al estalinismo, pero lejos de los espacios
democráticos en construcción a partir del siglo
XVIII. Esto es cierto para Estados Unidos y Gran
Bretaña pero también lo es para gran parte de
Europa y América latina. La interacción
Sociedad-Estado está intermediada por el Mercado,
le guste a quien le guste. Todo lo que se aleja de
esta interacción es anatema, se aleja del dogma y
debe de ser excomulgado: por ejemplo Venezuela,
Ecuador, Bolivia, la mala izquierda en palabras de
un político neoconservador mexicano que antes
fuera del Partido Comunista Mexicano.
Dice Foucault que la palabra racionalidad es
peligrosa. No hay que invocar el proceso de la
racionalización en general, dice. Y del otro lado,
en la teoría económica contemporáneo dominante, en
el dogma, la racionalidad es la esencia. Los
sujetos son siempre "racionales" y deciden
permanentemente sobre lo que optimiza su función
de utilidad. El problema con esta aproximación
teórica es que niega lo razonable y también lo
poco razonable: los impulsos. "Lo quiero y me lo
llevo" no es racional, es humano. "Yo regalo"
tiene que ver con formas de enlace y no con una
función de utilidad- El "Nosotros" en el colectivo
más amplio no tiene un lugar en la sociedad actual.
Empero cuando se aprecia el modo como con la
progresión del neoliberalismo primero, y la crisis
del milenio después, los autoritarismos y las
intolerancias van avanzando y se van constituyendo
como nuevos sentidos comunes. El torturar en vez
de detener; matar en lugar de hacer justicia;
deportar en vez de ver mejores condiciones de
trabajo; vamos viendo una regresión social
sustentada en la división absoluta de la sociedad
después del colapso del socialismo real.
Sindicatos destrozados en el nombre de la
generación de empleo (que no ocurre);
universidades publicas devastadas en el nombre de
la libre empresa en la era del conocimiento (sin
evidencia de éxito); el sujeto político ha dejado
de ser ciudadano y ha sido transformado en
consumidor. Con salarios deprimidos y la necesidad
del consumo inyectada al sentido común, el
consumidor se convierte en un deudor inmenso que
debe los ingresos del resto de su vida por haber
logrado vivir algo más allá de su capacidad. Y esa
es la crisis. En medio de economías maduras
estancadas, con tasas de crecimiento de la
productividad mediocre y altísimo consumo; los
consumidores, ex ciudadanos, le deben a la banca,
al fisco y al prójimo y se van quedando sin
empleo. Ya no siendo ciudadano, no tiene derechos
más allá de los de los consumidores. Por esta
razón la protesta social se reprime en todo el
mundo usando el argumento de "terrorismo" y por lo
tanto pueden acabar los líderes de la protesta en
la cárcel sin acusación, o como vemos con Assange,
sin ni siquiera derecho al asilo diplomático. Para
algunos neoconservadores, el derecho de asilo es
una perversión legal de los países atrasados.
Los ciudadanos antes tenían derechos que se habían
venido construyendo desde la revolución francesa,
es decir desde el inicio de la modernidad. Lo que
le hace a la modernidad es la igualdad ante la ley
y eso tiene que ver con franquicia política y
ciudadanía. Por eso progresivamente se
incorporaron al voto ciudadano los indios, los
analfabetas, los negros y las mujeres en el mundo
occidental. En cambio, los consumidores no tienen
sino derechos sobre lo que consumen. Los derechos
políticos se han ido desvaneciendo al mismo tiempo
que se habla de la "democracia" como valor
supremo. La democracia es un bien de consumo que
se expresa a través de encuestas de opinión de
mercado. La arbitrariedad del trato en el paso por
los aeropuertos es el mejor ejemplo de esto. El
pasaporte errado puede llevar al sujeto a la
revisión por drogas y a la deportación, sin
ninguna razón; o sencillamente a quedarse parado
en la manga del avión esperando alguna decisión
arbitraria sobre si tiene o no derecho de paso en
ese aeropuerto "internacional". La apariencia
también puede llevar a la muerte, como en el caso
de Jean Charles de Menezes, asesinado por las
fuerzas de seguridad británicas tras el atentado
de Londres del año 2005. Su asesinato, impensable,
se transformó en una razón de Estado. "Mato por
las dudas". No hay justicia, no hay detención, no
hay reconocimiento de su status de ciudadano de
algún país con algún status en el Reino Unido, en
este ejemplo. Es un consumidor de color
subalterno, fuera de sitio, seguramente
desempleado, en un barrio de pocos recursos: un
terrorista. Es un excluido duro que no merece
ningún respeto como ciudadano, o como ser humano.
Vamos regresando a etapas creídas superadas e
imposibles de retorno: de muertes arbitrarias
desde el Estado, colocado por encima de la ley.
Los musulmanes de hoy en Europa son los judíos de
los años 30. Subordinados, maltratados y
discriminados son el blanco de la responsabilidad
de los efectos de la crisis. Los 150 inmigrantes
musulmanes muertos en Alemania, cuyos casos han
sido ocultados por la policía y luego ocultada la
responsabilidad de la propia policía en los casos
es una repetición de nuevo cuño de procesos
anteriores de entreguerras. Fenómenos análogos se
han visto en Noruega, donde un supremacista mató a
decenas de estudiantes porque serán tolerantes en
el futuro, en Francia y en España, por nombrar los
casos más vistos. Los retrocesos dentro de la
política de Estados Unidos; la situación del
Vaticano; la política migratoria europea; y la
persistencia de una teoría económica que lanzó una
trayectoria critica que no puede detener, hace
pensar que el poder mutó a un conjunto de actores
que tiene que ver con la riqueza de un sector
pequeño antes que con el desplazamiento del poder
entre un país y otro, entre un hegemón y otro; o
entre un conjunto de ideas y otro. El retroceso
social, aunado al retroceso político y la
persistencia de una crisis de gran magnitud en las
economías líderes abren interrogantes sobre los
fundamentos filosóficos del poder. ¿La razón?
El papel de la filosofía es impedir que la razón
vaya más allá de los límites dados por la
experiencia, dice Foucault a propósito de Kant.
Kant, de su lado, dice en Qué es la Ilustración:
"La ilustración es la liberación del hombre de su
culpable incapacidad. La incapacidad significa la
imposibilidad de servirse de su inteligencia sin
la guía de otro. Esta incapacidad es culpable
porque su causa no reside en la falta de
inteligencia sino de decisión y valor para
servirse por sí mismo de ella sin la tutela de
otro. ¡Sapere aude!(1)"
El papel del maestro, dice Kant, es restringir el
espacio del pupilo y advertirle los peligros de
caminar solo en un su búsqueda de la verdad y la
razón. Es decir el objeto de la escuela, para
Kant, es limitar el conocimiento y canalizar el
dogma. No busca más aunque si es un buen maestro,
tendrá un espacio donde repite el dogma y otro
donde discute sus propias ideas. Eso hace un buen
maestro. La mayor parte sin embargo enclavan
prejuicios y terminan victimas de esos mismos
prejuicios.
La libertad es lo esencial para la búsqueda.
Foucault en su ensayo breve titulado igual que el
de Kant ¿Qué es la ilustración? desmenuza las
posturas del filosofo aleman y plantea el problema
del conocimiento y la libertad de conciencia:
"Cabría pensar que no hay en ello nada muy
diferente de lo que se entiende, desde el siglo
XVI, por la libertad de conciencia: el derecho a
pensar como se quiera con tal que se obedezca como
se debe. Ahora bien es aquí donde Kant hace
intervenir otra distinción y de una manera
bastante sorprendente. Se trata de la distinción
entre uso privado y uso público de la razón; Pero
a continuación añade que la razón debe ser libre
en su uso púbico y sumisa en su uso privado, Lo
que es, palabra por palabra, lo contrario de lo
que se lIama de ordinario la libertad de conciencia".
La dificultad e interrogante para Foucault es
cuánto espacio tiene el docto para distanciarse
del dogma antes de ser anatemizado. Lo que es
cierto es que en cuanto docto, el sujeto tiene
gravitación sobre la verdad y el dogma. En esa
medida además no puede ser frenado. De otro lado,
si el cuestionamiento del dogma es lo
suficientemente fuerte, ¿Pertenece aún a la
congregación de los creyentes?
En los tiempos que corren, donde el dogma
económico corre libremente y se advierte sobre los
peligros de la enseñanza de ninguna otra cosa que
el dogma y se estigmatiza lo que no es dogma,
cerrándose escuelas heterodoxas y castigando la
enseñanza de marxismo, quizás sea el momento de
abrir las puertas a la razón y dejar que fluya en
pos de una comprensión de lo que ocurre.
Este pequeño trabajo está dividido en tres partes.
El primer capítulo tiene que ver con la naturaleza
compleja de la crisis y los aspectos más complejos
del lado financiero de esta, terminando con los
retos que nos deja. Esto es fruto de una serie de
conferencias en Quito, una el año 2008 organizada
por la UNESCO dentro del proyecto MOST y la otra
en el año 2009 en el Congreso de la República de
Ecuador y una tercera vez en la inauguración del
año lectivo 2009 en la Escuela Preparatoria 1 de
la UNAM en México. El segundo capítulo tiene que
ver con la existencia y pervivencia del sistema
financiero o si algo cambió esencialmente. Nuestra
hipótesis es que hay un cambio y que el sistema
dejó de serlo y se transformó en complejo
financiero bancario. Esta conferencia fue
presentada en las IX Jornadas Monetarias del Banco
Central de la República Argentina en Buenos Aires,
octubre 1 y 2 del 2012. El capítulo 3 tiene que
ver con la concentración del ingreso como el
objeto de la política económica en los últimos
treinta años y se adelanta sin las discusiones
previas correspondientes.
En abstracto el planteo es que la crisis es
múltiple, que el complejo financiero ha tomado el
control de la marcha económica y del Estado en los
Estados Unidos y Gran Bretaña desde los años 80 de
manera creciente y que ellos han planteado tanto
un sentido común académico como una política
macroeconómica cuya finalidad es concentrar el
ingreso. El objeto de la política macroeconómica
no es estabilizar la macroeconomía, sino
concentrar el ingreso, por la evidencia que de
manera contundente se presenta desde África hasta
Europa en las últimas décadas.
El marco foucaultiano sirve para abrir caminos de
comprensión que a su vez den espacio para proponer
nuevas lecturas tanto de la crisis como de las
razones para la comprensión más amplia de la
misma. También sirve para la acción: Conocer es poder.
1) ¡Ten audacia de saber!
- Oscar Ugarteche, economista peruano, trabaja en
el Instituto de Investigaciones Económicas de la
UNAM, México. Es presidente de ALAI y coordinador
del Observatorio Económico de América Latina
(OBELA)
www.obela.org
(Texto de Introducción al libro La Gran Mutación.
El capitalismo real del siglo XXI. Serie
Breviarios, IIEC UNAM, agosto 2013.)
URL de este artículo:
http://alainet.org/active/66461
Mas informacion:
http://alainet.org
RSS:
http://alainet.org/rss.phtml
Twitter:
http://twitter.com/ALAIinfo
Te invitamos a sostener el trabajo de ALAI.
Contribuciones:
http://alainet.org/donaciones.php
______________________________________
Agencia Latinoamericana de Informacion
email:
info@alainet.org
Suscripciones:
http://listas.alainet.org/listas/subscribe/alai-amlatina
Desuscripciones: mailto:
sympa@listas.alainet.org?subject=UNS%20alai-amlatina