El papel de los bancos centrales
Umberto Mazzei
ALAI AMLATINA, 31/01/2012.- "Déjenme emitir y controlar el dinero de un
país y no me importa quien hace las leyes." Mayer Amschel Rothschild, 1790
Ginebra.- A los bancos centrales que se les dice independientes si
obedecen los dictados de la banca internacional. El caso de Hungría es
revelador. En el nuevo parlamento, el Fidesz (54%) y el Jobbik (18%),
aprobaron cambios a la constitución húngara con mayoría archicalificada.
El cambio relevante es la composición del Banco Central de Hungría, que
mejora la supervisión del gobierno sobre su propia moneda: el forint.
Se armó el pandemonio en la UE. Al Primer Ministro, Víctor Orban, lo
llamaron déspota nacionalista y antidemocrático, entre peores cosas.
Washington habló de "inquietud" por la reforma. Paris del "problema con
Hungría" por la "deriva nacionalista y autoritaria" del gobierno. Los
medios de "la gran deuda pública de Hungría" (Le Figaro), que es un 80%
del PIB, como Alemania. El FMI, el Banco Mundial y la UE congelaron los
préstamos a Hungría. El forint cayó.
Toda la tarde del 18 de enero Hungría estuvo como acusada ante el
Parlamento Europeo. Se le critica que mencione a Dios en su
constitución, como si países europeos, como Gran Bretaña (Dieu et mon
droit) o extra europeos como Estados Unidos (in God we Trust) o
musulmanes (En nombre de Allah) no lo mencionasen. Pero es por pura
hipocresía; lo que escuece es que sea Hungría quien controle su Banco
Central.
La situación en esencia es la de exigir al pueblo húngaro, que no usa el
euro, la renuncia a ejercer controles, a través de las autoridades que
eligió, sobre su banco nacional. Fue conmovedora la unanimidad de los
parlamentarios de la izquierda europea en defender la independencia de
los bancos centrales, en dar libertad a los "tecnócratas" impuestos por
el sector financiero privado. En su discurso, Daniel Cohn-Bendit llegó a
advertir contra desviaciones autoritarias estilo Chávez.
También escuchamos al antiguo maoísta, reciclado en neo-liberal
atlantista y ahora Presidente de la Unión Europea, Manuel Barroso,
explicando como es respetar la democracia castigar con sanciones
financieras y otras más a un estado miembro de la UE por una
constitución votada en su parlamento.
La Comisión Europea dio a Hungría un mes para enmendar su constitución;
los burócratas de Bruselas -que nadie eligió- mandan anular reformas
aprobadas por mayoría abrumadora en un parlamento elegido con voto
popular. El partido Jobbik ya prepara un referéndum popular para irse de
la UE.
En América Latina hay episodios recientes con la tal independencia de
los bancos centrales. Hace un año Argentina quería usar sus reservas
para pagar deuda, pero el Presidente del Banco Central, Martín Redrado,
prefería pagar intereses a los bancos acreedores. Al final, a pesar del
respaldo internacional, tuvo que renunciar.
Estos hechos obligan a recordar la historia de los bancos centrales y su
función. La emisión de dinero es una prerrogativa del Estado, que se usa
según las necesidades del país. En paralelo hubo la actividad de
cambistas, desde mercaderes de schekels para el culto en Jerusalén hasta
los banqueros italianos de la edad media. Estos últimos dieron a la
banca privada su primer formato: guardar el dinero ajeno y emitir
certificados de un valor reconocido, que circulaban internacionalmente a
cambio del cobro de una comisión.
En 1694, ambos roles se fundieron al crear el Banco de Inglaterra. Fue
una sociedad privada, con accionistas secretos, que usó en gran escala
la Reserva Fraccionada, eso quiere decir emitir certificados de crédito
sobre un dinero que no se tiene y cobrar intereses sobre ese dinero. Es
el modelo de la Reserva Federal de EE UU, un grupo de bancos privados
financia al Gobierno de EE UU con dinero inventado a cambio de Bonos del
Tesoro que pagan intereses.
Ganar dinero emitiendo no tiene ciencia: se crea mucho dinero para hacer
burbujas y se vende; se retira dinero para que caigan los precios y se
compra. Es la mecánica actual de las finanzas internacionales. Los
banqueros lucran con deuda pública y especulación, a expensas de la gente.
La sola deuda pública de la Eurozona, EE UU y Gran Bretaña (2011) suma
ya 32 billones (trillions), la mitad del Producto Mundial (65 billones)
y la causa es un súbito incremento causado por el salvamento de los
bancos privados, arruinados en sus especulaciones, con dinero público.
La causa no es el gasto social o el estado de bienestar europeo, como
sostienen algunos interesados en demolerlo para precarizar más aún el
empleo y aumentar ganancias con salarios bajos. El fraude financiero
sigue con la inflación de activos en burbujas especulativas para mejorar
los balances. El tráfico con los famosos derivativos no disminuye sino
que aumenta: de 601 billones en 2010 a 707 billones en 2011, según el
BIS de Basilea. Es fácil pronosticar que el 2012 verá crecer la
indignación con los indignos.
- Umberto Mazzei es doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de
Florencia. Ha sido profesor en temas económicos internacionales en
universidades de Colombia, Venezuela y Guatemala. Es Director del
Instituto de Relaciones Económicas Internacionales en Ginebra.
http://www.ventanaglobal.info
http://alainet.org/active/52435&lang=es
Mas informacion: http://alainet.org
RSS: http://alainet.org/rss.phtml
Twitter: http://twitter.com/ALAIinfo
______________________________________
Agencia Latinoamericana de Informacion
email: info@alainet.org
Suscripciones: http://listas.alainet.org/listas/subscribe/alai-amlatina
Desuscripciones: mailto:sympa@listas.alainet.org?subject=UNS%20alai-amlatina