Venezuela: Llegó el comandante y mandó parar
Aram Aharonian
ALAI AMLATINA, 07/07/2011.- En estos días, los artículos publicados en
los medios bolivarianos se han centrado en celebrar el comienzo del
retorno y la recuperación del estado de salud del Presidente, después de
las tres semanas de angustia y desesperación. El rápido inicio del
retorno agarró por sorpresa y la sigilosa llegada al país en la
madrugada del 4 de julio echó por tierra cientos y miles de rumores,
cientos y miles de especulaciones.
Es que, como decía Carlos Puebla: Se terminó la diversión; llegó el
Comandante y mandó parar.
La enfermedad de Chávez puso algunos puntos sobre el tapete, como el de
su eventual sucesión, en caso de no poder presentarse a las elecciones
presidenciales del año próximo. Sin dudas, el líder bolivariano debe
ahora priorizar su salud y ganar esa batalla antes de lanzarse al ruedo
electoral del 2012.
Para la oposición, Chávez regresó para enfriar las disputas que
comenzaron a fraguar entre las tendencias del Partido Socialista Unido
de Venezuela (PSUV). Sin duda, la falta de información oficial sobre la
salud del jefe del Estado provocó una ola de rumores sobre la salud del
Presidente, y quedó muy deteriorada la credibilidad de voceros del gobierno.
Entre otros la del presidente de la Asamblea Nacional, Soto Rojas, que
había dicho que "si Chávez tenía cáncer él sería el primero en saberlo",
la del ministro de la Defensa, general Mata Figueroa, quien aseveró que
"el comandante presidente está más fuerte que nunca" y del mismo Adán
Chávez –hermano del mandatario- quien afirmó tres semanas antes que "el
Presidente regresaría en los próximos doce días".
Lo cierto es que Chávez regresó y está en campaña, asumiendo el costo
que acarrea hacer campaña con una enfermedad. En tono conciliador, en su
breve alocución del Bicentenario, señaló que el pueblo venezolano debe
fortalecer cada días más su espíritu nacional en un todo, venciendo el
divisionismo y derrotando a quienes pretenden debilitar a la patria
desde adentro y desde afuera. "Viviremos y venceremos, esto no es solo
el retorno de Chávez sino de la independencia plena, la construcción del
pueblo de Bolívar"
El PSUV y el chavismo
Varias corrientes pujan dentro del PSUV por el poder, la integrada por
el vicepresidente Elías Jaua, el canciller Nicolás Maduro y Soto Rojas,
que tendrá que vérselas con la agrupación de Diosdado Cabello y el
elenco de hombres –en su mayoría ex militares-colocados en puestos
estratégicos de la administración del partido y del Estado. No se puede
descartar tampoco la figura de Rafael Ramírez, ministro de Energía y de
la estatal petrolera PDVSA, la caja grande y chica del país.
Pero ahí está también quien Washington ha identificado como "el delfín",
su hermano mayor Adán, gobernador del estado Barinas. Pero Adán, un ex
docente universitario, no tiene el mismo historial que Raúl Castro: no
estuvo en la Sierra Maestra (ni fue comandante allí) ni estuvo al mando
de las Fuerzas Armadas revolucionarias por muchas décadas. Y tampoco
tiene el carisma de su hermano menor.
Quienes parecen más decididos a no facilitar el acceso civil a una
posible sucesión es la institución castrense, aún cuando hoy no surge
ningún oficial con carisma y popularidad para ello. Por ahora, los altos
mandos parecen estar más interesados en comenzar en un escalón más bajo,
el ser elegidos gobernadores, dando por descontado que nuevamente se
aplicará la dedocracia en la selección de candidatos.
¿Y las bases? Ahhh, las bases. La consternación, la bronca por la falta
de información, la confusión sobre "la batalla por su vida", se
transformó en alegría desbordada ante el madrugonazo de la reaparición
de Chávez en terreno propio.
La enfermedad y ausencia del mandatario puso en el tapete la
interrogante sobre los relevos. Su retorno apenas enfría el debate, los
pospone. El propio presidente es quien insiste a su regreso en que su
principal batalla es la de curarse. Es lógico pensar, entonces que sus
apariciones públicas –su forma de hacer política, de dirigirla-, ya no
será igual, al menos por ahora.
¿Quién (o quiénes) y cómo se ocuparán los espacios públicos que el
Presidente deberá resignar, sin permitir que sean invadidos por el
discurso de la oposición?
La oposición sigue en su laberinto
La fiebre de las candidaturas e incluso la estrategia que se había
desatado en la oposición antes conocerse, oficialmente, el estado de
salud del presidente parece haberse enfriado. La ausencia de Chávez puso
a los partidos de la Mesa de la Unidad (MUD) a revisar la agenda
política que hasta ese momento estaba centrada en organizar las
primarias presidenciales para escoger al "candidato único" el 12 de
febrero de 2012.
Para Luis Vicente León, de la consultora Datanálisis, la razón de que no
todos se lancen, por ahora, "es porque prefieren esperar el momento
perfecto" como es el caso de la diputada María Corina Machado; el
exalcalde de Chacao, Leopoldo López (quien espera una decisión favorable
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre su inhabilitación);
y porqué no el gobernador de Zulia Pablo Pérez, delfín de Manuel
Rosales, quien sigue deshojando la margarita.
El exministro Jesse Chacón, director de la encuestadora GIS XXI, señaló
que la oposición jugó posición adelantada en el manejo de la enfermedad
del mandatario nacional, al decir que era una estrategia política para
ocultar los problemas del país y quedó "muy mal parada, porque es
difícil para alguien pensar que se pueda utilizar como estrategia
política una enfermedad de la magnitud del cáncer".
El opositor gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski,
sigue empeñado en ser presidente del país y expresó que la estrategia
electoral no cambiará pese a la "probable" enfermedad de Hugo Chávez.
"Es probable que el presidente haya tenido un tema de salud, es probable
que el presidente haya sido intervenido, ahora, que eso cambie fechas de
primarias, de estrategia, para mí la estrategia sigue siendo la misma",
indicó Capriles en un encuentro con los medios internacionales.
El camino sigue siendo largo, pues recién el 5 de diciembre los
aspirantes por la MUD tendrán que inscribirse para la medición interna
por su abanderado presidencial para el 2012.
Para algunos analistas, la nueva estrategia de los opositores estará en
el desgaste, en la provocación constante, para incitarlo a pelear en
escaramuzas previas y hacer que llegue física y psicológicamente
debilitado a la contienda electoral. Difícilmente podrá mantener su
hiperactivismo, sobre todo si está convencido que lo más importante,
ahora, es curarse.
Para León, el movimiento lógico de Chávez es fortalecer su presencia en
medios y lanzar populismo intenso a la calle (misión viviendas). En este
trance, el tiempo disponible para su proyecto internacional se ve
comprometido lo cual hace que la comunidad internacional lo perciba
modosito, lo que durará mientras le convenga y luce que eso será hasta
después de la elección presidencial, agrega.
El análisis del discurso llegó hasta algunos cineastas de oposición,
para quienes la alocución leída desde La Habana perseguía una
dramaturgia de afectos, emociones y pasiones. Su guión desarrolla,
señalaban, una trama de aliento clásico, de superación melodramática de
la adversidad, entre principio, nudo y desenlace. • "Aquí el cáncer
funge el papel de la CIA, de la fuerza maligna a derrocar al tirano, de
conspiración a vencer a lo "teléfono rojo", de elemento viral dispuesto
a ponerlo de rodillas y conducirlo al cadalso", señalaba uno de ellos en
su blog.
Los grupos que desprecian los procesos electorales –que cuenta con buena
repercusión en la prensa opositora-, consideran que la MUD no da la
talla; que tiene demasiados sumideros por donde escapa la posibilidad de
competir con éxito. Entonces, su estrategia es la de atacar en bloque a
la MUD, caricaturizar al liderazgo opositor y lanzar misiles contra el
Consejo Nacional Electoral.
Es decir, descalificar, simultáneamente, a la opción electoral y el
árbitro, y desplegar la bandera del fraude, en una estrategia que está
acompañada por un bombardeo informativo desde el exterior,
descalificador de las instituciones venezolanas.
La desinformación creó incertidumbre en los países de la región. La
cumbre de la comunidad latinoamericano-caribeña fue pospuesta. Ninguno
de los presidentes sudamericanos quiso especular más allá. Hace 12 años,
Chávez y su Revolución Bolivariana, pacífica y democrática, sirvieron de
locomotora a los cambios que se fueron produciendo en beneficio de las
grandes mayorías en casi toda la región.
Tanto como los chavistas venezolanos, los latinoamericanos rezan
(religiosa o ateamente) para que el mandatario venezolano se reponga y
que siga impulsando los planes integracionistas.
Venezuela y América Latina y el Caribe necesitan de la pujanza de Hugo
Chávez por largos años.
- Aram Aharonian es periodista y docente uruguayo-venezolano, director
de la revista Question, fundador de Telesur, director del Observatorio
Latinoamericano en Comunicación y Democracia (ULAC)
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